La limpieza facial es el primer paso fundamental de cualquier rutina de cuidado de la piel. Aunque muchas veces se pasa por alto, una limpieza adecuada es clave para mantener la piel saludable, equilibrada y preparada para aprovechar mejor los tratamientos posteriores.

Cuándo y cómo hacerlo

La limpieza debe realizarse dos veces al día:

🌞 Por la mañana

Durante la noche, la piel entra en un proceso de regeneración celular, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas y se acumulan restos de sudor y productos aplicados la noche anterior.
Por eso, limpiar la piel al despertar es importante para remover ese exceso de sebo y preparar la superficie cutánea para recibir los productos de día, como el sérum, la crema hidratante y el protector solar.

🌙 Por la noche

A lo largo del día, la piel se expone a contaminación, polvo, protector solar, maquillaje y partículas del ambiente que se adhieren a su superficie. Si no se eliminan correctamente, se generan procesos oxidativos que pueden acelerar el envejecimiento cutáneo.
Por eso, la limpieza nocturna es esencial para mantener la función barrera, prevenir imperfecciones y favorecer la regeneración natural de la piel durante el descanso.

¿Qué pasa si no limpiamos bien la piel?

Aparecen granitos o puntos negros por acumulación de sebo.
La piel se vuelve opaca, con textura irregular.
Se altera el equilibrio del pH y la microbiota cutánea.
Los tratamientos posteriores pierden eficacia.

Elegir el limpiador adecuado

No todas las pieles necesitan el mismo tipo de limpieza. Lo ideal es adaptar la textura y el tipo de limpiador a las necesidades de cada piel:

Gel de limpieza → ideal para pieles mixtas o grasas. Limpia en profundidad, elimina el exceso de sebo y deja una sensación fresca sin resecar.
Leche de limpieza → recomendada para pieles secas o sensibles. Limpia suavemente mientras aporta hidratación y confort.
Agua micelar → práctica y versátil, ayuda a eliminar impurezas y restos de maquillaje, ideal para limpiezas rápidas o pieles sensibles.
Agua micelar bifásica → combina fase acuosa y oleosa, siendo perfecta para retirar maquillaje resistente o waterproof sin irritar la piel.

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